La revista ‘Time’ ha nombrado a las mujeres iranís como heroínas del año 2022 en reconocimiento al movimiento que lideran por la lucha por la ampliación de sus derechos en el país, entre ellos, la imposición de códigos de vestimenta que incluyen la obligatoriedad del hiyab. El país vive protestas masivas desde la muerte bajo custodia judicial de Mahsa Amini.
La publicación, que muestra a tres mujeres de espaldas entrelazando sus brazos en su portada, destaca, además, la juventud de la mayoría de manifestantes y sus acciones en los últimos años, incluso antes de la muerte de Amini, que desencadenó las protestas y sirvió de catalizador para un descontento latente en parte de la sociedad.
Desde el pasado septiembre, mes en el que falleció Amini, las protestas continúan. La mayoría están protagonizadas por jóvenes y mujeres al grito de “¡Mujer, vida,libertad!”. Los manifestantes lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica.
¡Mujer vida y libertad!
La joven de 22 años murió pocos días después de haber entrado en coma tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar el velo de manera correcta. Amini fue trasladada entonces a una comisaria para asistir a “una hora de reeducación” y horas más tarde, fue ingresada en un hospital de Teherán tras sufrir un ataque al corazón.
La publicación estadounidense recuerda a las al menos 400 manifestantes que han muerto a manos de las fuerzas de seguridad iranís y las duras penas a las que se enfrentan algunas de las detenidas. Además, la revista califica al movimiento como “una revuelta feminista que transporta las diversas quejas de toda una sociedad”.
Tres meses después, las protestas no cesan
Tres meses después de la sonada muerte de Mahsa Amini, las protestas no han cesado en Irán e incluso se han intensificado después de que el Gobierno anunciara la supresión de la llamada policía de la moral, encargada de la detención de la joven.
Esta autoridad se encargaba de garantizar que los ciudadanos, sobre todo las mujeres, cumplieran con los códigos de vestimenta y comportamiento que establece la República Islámica. Su eliminación se interpretaba como una cesión ante las protestas, pero la Fiscalía General avisó de que se continuaría supervisando la vestimenta de las mujeres y recordó que el velo islámico sigue siendo obligatorio.
“Mientras haya leyes tan limitantes para las mujeres y para cualquier ser vivo en Irán (…) no afecta en absoluto cualquier modificación que quiera hacer el líder supremo”, ha declarado a RNE la activista Ryma Sheermohammadi, que asegura que se trata de una “mentira” que ha lanzado el régimen para “acaparar la atención mediática” a nivel internacional.
