Lefni, Leonarda, Sitzi Hanny, Mariana… los nombres de estas cuatro víctimas de feminicidio se gritaron desde el hartazgo de las mujeres de Almoloya del Río y Ocoyoacac quienes marcharon para exigir que se detenga a los asesinos que han robado la tranquilidad a las mexiquenses.
Salieron de la casa de la familia de Lefni, cuyos restos fueron depositados en el panteón municipal este sábado. Caminaron por las calles de este pequeño municipio desgarrando las gargantas porque la indignación y el anhelo de una vida mejor no se los pueden arrebatar.
“Marcho porque les arrancaron los sueños”, se leía en algunas de las pancartas. Caminaron bajo el sol que caía aplomo, lo mismo abuelas, hermanas, mamás, amigas que niñas y familiares indignados.
Hacían pausas para beber agua y seguir gritando. En su camino los vecinos salían de sus casas para aplaudir que levantaron la voz.
El recorrido llegó al punto de partida donde la mamá de Lefni salió a darles un mensaje: Cuiden a sus hijas, a sus hijos.
“Dios sí existe, yo le supliqué que regresara a mi hija, como fuera, pero que me la regresara. Yo tengo un cuerpo para llorar, para sepultar, muchas no. Por eso les pido que cuiden a sus hijas, y a ellas que hagan caso a sus papás”, comentó Rosa María ante el contingente de más de 50 mujeres quienes salieron a gritar por justicia.
Tan sólo en enero, de los 75 feminicidios reportados a nivel nacional, 14 ocurrieron en el Estado de México, por lo que la entidad se coloca de nuevo a la cabeza en las listas de este crimen. Además, en territorio mexiquense se reportaron en el mismo periodo, 21 homicidios dolosos de mujeres.
Los municipios más peligrosos para ser mujer, por el número de feminicidios reportados, son:
- Huehuetoca, Nicolás Romero, Chimalhuacán, Huixquilucan, La Paz, Naucalpan, San Felipe del Progreso, San Mateo Atenco, Temoaya, Texcaltitlán, Tlalnepantla y Valle de Chalco.
Pedro Pérez
