En punto de las 2:00 de la tarde, el cuerpo de Lefni Neftaly Colín Mendieta salió por última vez de su casa ubicada en el número 20 de la calle Norte, en Almoloya del Río. Partió hacia el panteón de la localidad acompañada de un cortejo fúnebre y manifestaciones.
La joven de 18 años estudiaba Derecho y trabajaba en un local de videojuegos y maquinitas cuando su vida fue arrebatada.
La tragedia de su familia comenzó el martes 22 de febrero cuando, después de salir de laborar, no regresó a casa. Sin perder tiempo activaron una Alerta Odisea para encontrarla viva pero no sucedió. El cuerpo de Lefni fue encontrado en el basurero de Santiago Tianguistenco, municipio contiguo al pueblo en el que creció. Tenía una bolsa cubriendo la parte superior.
La madrugada del viernes, su familia logró identificar el cuerpo y llevársela a casa para darle “cristiana sepultura”, lo que sucedió este sábado tras dos misas de cuerpo presente, una en su casa y la última, en la capilla del camposanto.
Durante el recorrido del adiós, los vecinos, amigos y familiares de Lefni cargaron flores, globos y pancartas, porque ya no quieren a mujeres valientes sino vivas en las calles.
Tras caminar con el ataúd de la joven durante poco más de un kilómetro, llegaron al panteón municipal. En la entrada le cantaron Las Mañanitas por última vez y se dispusieron a recordarle su amor.
“Queremos justicia, que agarren a los que la mataron, si fue uno o dos o tres, no importa, que los agarren y que paguen, porque no nos la van a devolver pero así estaremos y ella estará en paz”.
Al momento no hay detenidos por el feminicidio de Lefni pero se espera que el caso se pueda resolver en los próximos días.
Pedro Pérez
