Cinco personas murieron y una más permanece desaparecida luego del desplome de un avión perteneciente a la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) en la bahía de Galveston, Texas. El accidente ocurrió la tarde del lunes 22 de diciembre, mientras la aeronave se aproximaba al aeropuerto internacional de Scholes, en medio de condiciones climáticas adversas.
Accidente en pleno aterrizaje
La aeronave siniestrada, una King Air con matrícula ANX 1209, transportaba a ocho personas: cuatro elementos navales, tres civiles y un menor de edad. El avión cumplía una misión humanitaria de apoyo médico, coordinada con la Fundación Michou y Mau, para trasladar al niño a recibir atención especializada en el hospital Shriners Children’s de Galveston.
Según confirmó la Marina, entre los fallecidos se encuentra el menor que sería atendido por quemaduras graves. Otras dos personas lograron sobrevivir, aunque inicialmente se creyó que eran cuatro los sobrevivientes.
Condiciones climáticas y maniobras de rescate
Medios locales reportaron que la zona estaba cubierta por una densa niebla, lo que pudo haber afectado la visibilidad durante el aterrizaje. El avión cayó en la Bahía de West Galveston, cerca del Puente Causeway, minutos antes de las 16:00 horas.
La Guardia Costera de Estados Unidos encabezó las labores de rescate y localización de los cuerpos. Hasta el momento, una persona sigue desaparecida y las maniobras continúan en la zona restringida por seguridad.
Investigación en curso y apoyo a familiares
La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) abrieron una investigación para determinar las causas exactas del siniestro. En paralelo, el Departamento de Seguridad de Texas asumió la dirección del caso, con apoyo del Departamento de Bomberos de Nueva York.
Por su parte, el Consulado General de México en Houston inició los trámites para la repatriación de los cuerpos y el acompañamiento a las familias de las víctimas.
Impacto humanitario y llamado a la seguridad aérea
Este trágico incidente enluta a ambas naciones y pone de relieve los riesgos inherentes a las operaciones de traslado médico de emergencia. Las autoridades mexicanas y estadounidenses continúan trabajando coordinadamente para esclarecer los hechos y brindar apoyo a los afectados.
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