¿Cómo era Tenochtitlán: La Gran Ciudad Prehispánica?

La antigua Tenochtitlán se destacaba por su organización jerárquica y su planificación meticulosa. Te mostramos cómo lucía.
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Desde su fundación en el siglo XIV hasta la llegada de los conquistadores españoles en 1519, Tenochtitlán fue el centro de la gran civilización mexica. Esta ciudad, ahora sumergida bajo la moderna Ciudad de México, era un testimonio del ingenio y la planificación urbanística de sus habitantes.

Jerarquías y Planeación Urbana

La antigua Tenochtitlán se destacaba por su organización jerárquica y su planificación meticulosa. Las calles formaban una cuadrícula bien definida y estaban diseñadas para acomodar las diversas actividades de la vida diaria, desde el comercio hasta la educación.

Transporte y Comodidades

Puentes y zanjas cruzaban la ciudad, permitiendo que las personas se movieran con facilidad y realizaran sus tareas cotidianas en un entorno rico en vida. A pesar de las diferencias culturales, Tenochtitlán compartía similitudes con las grandes ciudades de su época, incluyendo monumentales edificios como el Recinto Sagrado, que albergaba el Templo Mayor, y el palacio del tlatoani Moctezuma Xocoyotzin.

¿Cómo era Tenochtitlán: La Gran Ciudad Prehispánica?

Una Ciudad con Naturaleza Imponente

Hace siglos, la majestuosidad de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl dominaba el horizonte de Tenochtitlán. Aunque hoy en día solo vemos estas montañas desde ciertas perspectivas en la Ciudad de México, en la época prehispánica su presencia era una parte integral del paisaje urbano.

La Agricultura Innovadora de las Chinampas

Una de las maravillas de Tenochtitlán era su enfoque innovador en la agricultura. A pesar de estar rodeada por agua, la ciudad prosperaba en gran parte gracias al sistema de chinampas. Este método involucraba la creación de parcelas cultivables mediante estacas clavadas en el fondo del lago y luego rellenadas con tierra y cascajo. En estas chinampas, se cultivaban alimentos esenciales como maíz, frijol, calabaza, chile e incluso flores.

Explorar la antigua Tenochtitlán nos brinda una visión fascinante de cómo los mexicas adaptaron su entorno natural para construir y mantener una metrópolis próspera. Aunque sus días de gloria quedaron atrás, su legado perdura en las raíces de la Ciudad de México actual.

Sobre el Autor Alhelí Abundis