Dos jóvenes, dos primas fueron asesinadas. En la mirada de Luciana se nota el dolor que le causa el feminicidio de su hija Jalix, la rabia de que quien le haya arrebatado la vida sigue libre y sin identificar; el miedo de tener que vivir en la misma casa donde fue encontrado el cuerpo de su hija quien soñaba con ser médico forense.
Jalix quería ayudar a resolver crímenes porque su prima, Maicha Pamela también fue víctima de feminicidio, pero ella en 2020.
El dolor de tener dos victimas de la violencia de género llevó a las madres de ambas a manifestarse en el corazón de Temoaya este fin de semana.
Con cruces en las que se leían los nombres de Maicha Pamela y Jalix, sus madres protestaron por la violencia de género que baña las calles de Temoaya e instaron a las mujeres del municipio otomí a romper el silencio y a dejar de proteger a los agresores.
Con la foto de las jóvenes, quienes además eran primas, sus madres realizaron un memorial en el corazón de la demarcación.
“Yo llegué y estaba muerta mi hija, yo digo que ya no nos debemos de quedar calladas, yo no me siento segura, yo sólo vine a decirle a las autoridades que nos ayuden, que esto no se puede quedar así nada, porque eso sí duele, duele mucho como mamá, yo quiero que me apoyen, que el que no hizo no ande fuera porque no me siento segura”, comentó Luciana.
Quien se atrevió a tomar el altavoz fue Eleocadia, mamá de Maicha Pamela -asesinada el 9 de mayo del 2020-. Con la intención de no sólo pedir prisión vitalicia para el sujeto que le arrancó la vida a su hija sino también para decirle a las madres de otras víctimas que no están solas.
Mujeres asesinadas en Temoaya
“No podemos estar permitiendo que estas cosas sigan sucediendo y que nos amenacen, nos revictimicen; ya creo que fue suficiente de estar encubriendo asesinos porque es lo que hacemos aunque a nuestras hijas también las asesinan, las violan, las violentan. Nosotras como madres si nos quedamos calladas, estamos encubriendo, tenemos que romper el pacto patriarcal”.
Lamentó que, a raíz del feminicidio de su hija, tuvo que dejar su casa, el hogar donde la encontró asesinada tras regresar de trabajar; pues la familia del sujeto hoy imputado lo defiende, lo encubre y no se siente segura.
“Me causaron mucho daño a mí, a mi hijo, a toda mi familia, nadie le deseo eso, es muy triste, angustiante; vives con miedo e incluso te vas del pueblo para que no recibas represalias. ¿Por qué yo tuve que irme cuando ellos son los que se deberían largar? ¿Qué necesidad tengo de vivir en otro lado cuando yo tengo mi casa? Yo tenía una vida feliz con mi hija y mi hijo”.
Es por ello que con cruces rosas y pintas nombraron no solo a Jalix y a Pamela; también a Karina y a Perla, víctimas de feminicidio en la región otomí del Estado de México.
Durante el primer trimestre de 2022, en el informe sobre violencia contra las mujeres emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) ha registrado 98 asesinatos de mujeres, de los cuales 41 casos están clasificados como presuntos feminicidios y 57 como homicidio doloso.
El Edomex también se posicionó como en el primer lugar en presuntos delitos de violación, acumulando 819 casos; seguido de la Ciudad de México (589), Nuevo León (354), Chihuahua (327) y Guanajuato (226).
Pedro Pérez
