Un hombre de Kentucky, Estados Unidos, ganó una demanda después de que sus compañeros de trabajo le hicieran una fiesta sorpresa de cumpleaños cuando él les pidió específicamente que no lo hicieran.
No quería fiesta de cumpleaños
Kevin Berling le dijo a su gerente que no quería que se organizara la fiesta sorpresa habitual; para los empleados en su cumpleaños porque sufre de un trastorno de ansiedad y no la pasaría bien en una reunión de este tipo, de acuerdo con NBC.
Sin embargo la compañía, Gravity Diagnostics, le organizó una fiesta en agosto de 2019.
“La persona responsable de las fiestas de cumpleaños con la que habló se olvidó de su solicitud”; dijo el abogado de Berling, Tony Bucher, a medios locales. “Ella no lo hizo de mala fe. Ella dijo que se ajustaría y simplemente se le olvidó”.
Bucher dijo que Berling comenzó a tener un ataque de pánico; cuando se enteró de la fiesta y salió a refugiarse en su automóvil para regular su respiración antes de regresar a su jornada laboral.
Sin embargo, al día siguiente, la gerencia convocó a Berling para una reunión para discutir la fiesta.
“Según mi cliente, ella […] lo acusó de robar la alegría de otros compañeros de trabajo“, dijo Bucher, y agregó que Berling comenzó a tener otro ataque de pánico como resultado de la confrontación.
Según Fortune, Berling fue enviado a casa y se le dijo que no regresara esa semana. Unos días más tarde, afirma la demanda; se le envió una carta de despido citando la fiesta y los acontecimientos subsiguientes como el motivo de su despido.
Berling demandó a Gravity Diagnostics por discriminación por discapacidad y represalias y recibió una compensación de450 mil dólares, alrededor de nueve millones de pesos.
El tribunal le otorgó 150 mil dólares en salarios y beneficios perdidos y 300 mil dólares por sufrimiento, vergüenza y pérdida de autoestima.
La fundadora y directora de operaciones de la empresa, Julie Brazil, le dijo al The New York Times que Berling fue despedido por violar una “política de violencia en el lugar de trabajo” y mantienen su decisión. Presuntamente, Berling espantó a sus supervisores porque se puso rojo y apretó los puños
Sin embargo, su abogado afirma que su reacción se debe a un intento de controlarse durante los ataques de pánico y no un acto de agresión.
Brazil dice que apelarán la decisión de la corte.
