En un giro dramático de eventos, Ecuador ha presentado una demanda contra México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusando al país de violar principios de derecho internacional al otorgar asilo al exvicepresidente Jorge Glas.
El conflicto se desató cuando México ofreció refugio a Glas en su embajada en Quito, a pesar de que el político estaba enfrentando cargos por corrupción en Ecuador. Esta acción ha sido interpretada por el gobierno ecuatoriano como una interferencia en sus asuntos internos y un abuso de las instalaciones diplomáticas, algo que han llevado ahora a la arena internacional para su resolución.
La Cancillería ecuatoriana, liderada por el gobierno de Daniel Noboa, afirmó que México ha fallado en cumplir con “sus obligaciones de no otorgar asilo a personas procesadas o condenadas por delitos comunes.” Estas acusaciones llegan en un momento crítico, justo antes del inicio de las audiencias en la CIJ sobre una demanda previa de México contra Ecuador por el allanamiento de su embajada, que resultó en la ruptura de relaciones diplomáticas.
Jorge Glas, quien fue vicepresidente de Ecuador y está implicado en el escándalo de corrupción Odebrecht, se refugió en la embajada mexicana en diciembre de 2023. A pesar de obtener libertad condicional en 2022 tras cuatro años en prisión, enfrentaba nuevas órdenes de aprehensión. México inicialmente no le concedió asilo, pero tras una escalada de tensiones y un polémico operativo policial en abril de 2024, donde Glas fue detenido, México formalizó el asilo.
Este caso ha capturado la atención internacional y ha sido condenado por muchos como un ataque a la integridad diplomática. Las audiencias que inician el 30 de abril en La Haya serán cruciales para determinar las repercusiones legales de estos actos entre Ecuador y México, y posiblemente, medidas cautelares podrían ser emitidas por la CIJ.
