Decenas de repartidores de aplicaciones de comida, entre ellos DiDi, Uber y Rappi, tomaron las calles de Toluca, México, para protestar contra la creciente ola de robos que enfrentan en su trabajo diario y la impunidad que rodea estos delitos.
Una lucha por la seguridad
Portando sus mochilas de reparto y pancartas, estos trabajadores realizaron un bloqueo en Paseo Tollocan para resaltar los peligros a los que se enfrentan. A pesar de presentar denuncias por los robos, se sienten desprotegidos ya que los delincuentes recuperan su libertad con facilidad.
Demandas concretas
Más allá de solicitar patrullajes de seguridad, los repartidores exigen un endurecimiento de las leyes relacionadas con delitos patrimoniales en el Estado de México. Han sufrido pérdidas no solo en su fuente de empleo, sino también en su patrimonio debido a los continuos robos.
Estadísticas preocupantes
Las estadísticas hablan por sí solas. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que entre enero y julio se robaron más de 5 mil motocicletas en el Estado de México.
Zonas de alto riesgo
Los repartidores identifican áreas como: San Pedro Totoltepec, San Lorenzo Tepaltitlán, El Carmen Totoltepec, San Cristóbal Huichochitlán, San Pablo Autopan y la zona industrial de Toluca y Lerma como especialmente peligrosas para su trabajo. La problemática se extiende a nivel estatal, donde el Estado de México lidera el país en robos de motocicletas.
Esta protesta destaca la necesidad de tomar medidas para proteger a los repartidores de aplicaciones, quienes enfrentan riesgos significativos en su labor diaria.