El Gobierno de México ha dado un giro sorprendente al emitir un acuerdo presidencial que traspasa el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a la Marina. Este cambio, que se llevará a cabo en un plazo de 60 días, ha generado gran expectación en el país y América Latina. La decisión implica que la Marina ejercerá un control absoluto sobre el aeropuerto más importante de la región, impactando tanto en la operación como en la administración financiera del mismo.
La transferencia de control y sus implicaciones
El Diario Oficial de la Federación (DOF) ha confirmado que entidades paraestatales como el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y los Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México, así como el propio AICM, serán coordinadas por la Secretaría de la Marina. A partir del próximo 7 de octubre, el AICM será parte de la Marina, y su dirección operativa, administrativa y financiera estará bajo la responsabilidad de elementos militares. Esta medida busca una mayor eficiencia y seguridad en la operación del aeropuerto, dadas las capacidades y recursos de la Marina.
Desafíos y posibles soluciones
Sin embargo, este traspaso no está exento de desafíos. Una deuda de 4 mil millones de dólares que pesa sobre la estructura del AICM es un tema que suscita interrogantes. Aunque el acuerdo no especifica si la Marina asumirá la deuda, el director del AICM, Carlos Velázquez, señala que la intención es que el aeropuerto pase a manos de la Marina sin esta carga financiera. Se están explorando opciones para liberar al AICM de la deuda, como la liquidación total de los bonos del MEXCAT.
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Perspectivas futuras
El director del AICM, Carlos Velázquez, ha dejado claro que, si bien la eliminación de la deuda ya no es una condición sine qua non, la Marina busca adquirir el control del aeropuerto sin deuda. Esto es vital, ya que la carga financiera actualmente absorbe todos los ingresos generados por la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA). El traspaso a manos de la Marina plantea un escenario de transformación en la gestión del aeropuerto y su relación con los bonistas del MEXCAT.
