El contexto económico actual puede generarnos más dudas que certezas respecto a cómo administrar nuestras finanzas personales para sostener o alcanzar mayor estabilidad. Sin embargo, con solo incorporar algunos conceptos básicos y poner en práctica ciertos hábitos de educación financiera estaremos haciendo mucho por nuestro bienestar económico.
En esta oportunidad, asesorados por el especialista en gestión de Trusts, Alejandro Zubiría, señalamos algunos de los aspectos más importantes a la hora de mantener una economía personal organizada y estable.
¿Querés saber cómo cuidar e impulsar tus finanzas personales? Entonces, ¡no te pierdas este artículo y tomá nota de los consejos mencionados!
Finanzas personales, ¿están bajo mi control?
Variables como la inflación, restricciones cambiarias, altas tasas de interés y subas abruptas de los precios pueden hacerte creer que el caótico universo de las finanzas personales escapa a tu control. Sin embargo, como bien lo indica su nombre, son personales; y hay muchas formas de gestionar y optimizar tu realidad financiera.
Lo primero que debemos saber es que cuando se trata de conocer y controlar nuestras finanzas, el tiempo y la dedicación son dos cuestiones claves a considerar. Es necesario que podamos hacernos el momento y espacio para, con tranquilidad, estudiar nuestros gastos, calcular nuestros ingresos y planificar nuestros objetivos.
El proceso de análisis y la organización son aspectos fundamentales cuando se trata de gozar de una economía doméstica saludable. En esta línea, el punto de partida financiero consiste en elaborar un balance de nuestra situación económica.
En el balance debemos incluir nuestros activos (ahorros, ingresos fijos, bienes patrimoniales) y pasivos (deudas, gastos y pagos a realizar). Una vez reunida toda esta información, debemos poder hacer proyecciones futuras sobre nuestra situación financiera en el corto y mediano plazo; evaluar riesgos y situaciones potenciales de cambio.
En función de este balance, estaremos en condiciones de establecer metas y definir nuevos objetivos a partir de los que impulsar nuestras finanzas personales. Ahora bien, es fundamental que tales metas y objetivos sean coherentes con nuestras posibilidades económicas actuales, es decir, realistas y alcanzables. A medida que ganemos mayor estabilidad, podremos tomar mayores riesgos.
¿Qué herramientas puedo incorporar en mi conducta financiera?
Para minimizar riesgos y prevenir pérdidas, enfatiza Alejandro Zubiría, debemos tener en claro cuáles son nuestras expectativas financieras y sostener un control periódico de nuestra situación. El seguimiento continuo de nuestros objetivos y mecanismos de gestión, nos permitirá adaptar nuestra planificación financiera a las variaciones que se presenten en el tiempo.
Cuando no contamos con instrucción, podemos cometer algunos errores comunes: malas inversiones, dinero inmovilizado, endeudamientos, tasas altas de interés y decisiones erróneas. Es importante, en este sentido, contar con asesoramiento y aprender a identificar las características de riesgo y rendimiento de las oportunidades disponibles.
También, otra acción necesaria es la identificación de nuestro perfil financiero. Esto nos permitirá contar con una perspectiva mucho más amplia del mercado y tomar decisiones bajo sólidos fundamentos. Poco a poco, desarrollaremos la capacidad de confeccionar una cartera de inversión coherente y, asimismo, dispondremos de una gestión financiera consciente y saludable.
Cuando se trata de forjar conocimientos y desarrollar nuevos hábitos, la experiencia es necesariamente crucial. Por esto mismo, el asesoramiento financiero resulta indispensable cuando comenzamos a dar los primeros pasos. Luego, con la trayectoria y la práctica, el control de las finanzas personales se vuelve una tarea asequible, una parte más de nuestra vida cotidiana.
¿Cuál es la importancia del registro?
Un buen manejo de las finanzas personales exige el registro integral de todas las transacciones realizadas. Traducido a nuestra cotidianidad más inmediata, se trata de llevar por escrito un control de todos los ingresos y egresos del mes.
Este puede realizarse en papel, en una planilla de excel, en una aplicación especializada o bien mediante cualquier otra alternativa que nos resulte accesible, práctica y sencilla. Respecto a los costos es conveniente, primero, listar aquellos egresos fijos y relativamente estables: alquiler, servicios, impuestos, educación, salud, etc. En segundo lugar, incorporamos gastos variables y gastos especiales: indumentaria, entretenimiento, viajes, electrodomésticos, etc.
Contar con un registro nos permite conocer efectivamente nuestra economía doméstica e identificar nuestros comportamientos financieros. Podemos relevar así cuál es nuestro costo de vida, en qué aspectos gastamos más y en qué aspectos gastamos menos, cuáles son gastos innecesarios y cuáles imprescindibles.
También, nos permitirá saber si hay un progreso económico, conocer nuestra capacidad de ahorro y proyección futura de forma más eficiente. Por último, pero no menor, el registro es una de las fuentes de información con las que confeccionar un plan financiero y evaluar alternativas de inversión.
El impacto de los “gastos hormiga” en las finanzas personales
Los “gastos hormigas” son pequeños gastos diarios, muchas veces imperceptibles, que al sumarlos no obstante influyen en nuestra situación financiera. En conjunto, pueden reunir un monto considerable y desestabilizar nuestra economía.
Incorporar estos gastos en nuestro registro nos permitirá conocer cuánto representan de nuestro presupuesto mensual y evaluar en qué grado afectan nuestras metas. Sobre todo, cuando se trata de las posibilidades de ahorro.
Para no perder de vista los objetivos propuestos y preservar la estabilidad de nuestras finanzas personales, es importante definir un monto límite para tales gastos. Tampoco debemos dejar de prestar atención al uso que hacemos de las tarjetas de crédito y las plataformas virtuales de pago.
Ganar estabilidad económica puede, por momentos, resultar ciertamente un desafío mayúsculo. Sin embargo, se trata también de forjar hábitos y de darle lugar a nuestra educación financiera.
Esta última es tan importante como cualquier otro conocimiento que ponemos en práctica en nuestra vida diaria, concluye el especialista en gestión de fideicomisos Alejandro Zubiría. Una herramienta, en definitiva, indispensable para lograr objetivos personales, familiares y profesionales.
¿Y, vos? ¿Conocés el estado de tus finanzas personales? ¡Te invitamos a reflexionar sobre tus hábitos financieros y poner en práctica estos consejos!