Gracias a los últimos avances, la agricultura hace tiempo que empezó a evolucionar e incluir tecnología en la gestión de las explotaciones. De forma similar a otros sectores, el sector agrícola se enfrenta a sus propios problemas, siendo aquellos relacionados con la escasez de recursos naturales y la protección del medioambiente los más acuciantes.
Para optimizar la gestión agrícola, el software agrícola ayuda a resolver tareas complejas, gracias a la inclusión de datos provenientes de múltiples fuentes y funciones que transforman dichos datos en información valiosa y útil que, de otro modo, habría sido muy costoso en tiempo y dinero de conseguir.
Beneficios del uso de software especializado en la planificación y gestión del campo
Desde siempre, la agricultura ha sido uno de los mayores impulsos locales en lo que respecta a economía y seguridad alimentaria. Sin embargo, las condiciones en las que debe desarrollarse ahora esta actividad son mucho más estrictas y difíciles, debido a los retos que se plantean en la actualidad. Al mismo tiempo que evolucionan las técnicas que se usan en el campo (por ejemplo, la agricultura de precisión en lugar de otras técnicas más tradicionales y obsoletas), las herramientas para el desempeño de la actividad agrícola también cambian y evolucionan.
El mercado del software agrícola no deja de crecer y eso demuestra que su importancia es cada vez mayor. Incluso el software para agricultura gratis más básico supone una gran diferencia para los agricultores, que pueden integrar todos los datos de los que disponen en un único lugar, cumplir con las actividades agrícolas regulares de manera mucho más eficiente y, en definitiva, tomar mejores decisiones para su negocio. Puesto que muchos de los programas actuales disponen de información proveniente de satélites, es posible realizar una monitorización muy próxima al tiempo real. Además de la propia visualización de las imágenes, otras funciones como el análisis de datos, la exploración del campo o distintas métricas relativas a los cultivos y al suelo permiten conocer el estado real del campo y aumentar la productividad.
Ese aumento de la productividad viene marcado por 2 características: por un lado, optimizando las operaciones de modo que se realicen sólo cuándo y dónde son necesarias; por otro lado, planificar las operaciones en base a las necesidades reduce el despilfarro de insumos, reduciendo los costes de explotación sin perder rendimiento.
Características y funciones principales
Hablar de software agrícola de forma general es un tanto vago, pues existen múltiples herramientas, en función de su utilidad. El tipo de software más extendido es el de gestión de la explotación agrícola, entre los que se incluyen los programas de gestión agrícola, gestión de las finanzas y los sistemas de planificación de los recursos empresariales. Pero no son el único tipo.
El software destinado a la aplicación de prácticas de agricultura de precisión cada vez gana más popularidad, pues ayuda a la optimización de los insumos y el aumento del rendimiento del campo. Otro software bastante común está relacionado con los sensores situados en el campo y las mediciones que éstos realizan y las plataformas de macrodatos, que aglutinan datos sin posibilidad de tratarlos. Aunque estas opciones siguen siendo útiles, no llegan al nivel de comodidad y eficiencia de las plataformas más completas.
Otros tipos de software existentes, pero poco habituales, son programas de exploración del campo (normalmente, se trata de aplicaciones para dispositivos móviles), programas de control de drones y otros vehículos no tripulados o software dedicado a tratar grandes cantidades de datos.
Agilización de las operaciones agrícolas
La agilización de las operaciones agrícolas requiere de suficiente información útil con las que optimizar todo el proceso. Una de las tecnologías más usadas en el campo para agilizar las operaciones es el denominado Internet de las Cosas (IoT, Internet of Things). Esta tecnología se basa en la conectividad de todos los dispositivos, tales como sensores, maquinaria automatizada, etc. para obtener la mayor cantidad de información posible.
Dado que un buen sistema IoT requiere bastante dinero para funcionar adecuadamente, una opción alternativa menos costosa es hacer uso de una plataforma que contenga todos los datos en un único lugar, como EOSDA Crop Monitoring. La plataforma está disponible en varios idiomas y entre las funciones que incluye están la monitorización por satélite del campo, mapas de vegetación y productividad, múltiples índices de vegetación con los que realizar análisis sobre la vegetación y el suelo, detección de los límites del campo, predicción del rendimiento, clasificación de cultivos, alertas con notificaciones ante eventos extremos, detección de estrés en las plantas o información meteorológica.
Integración Y Conectividad
A pesar del posible coste, el Internet de las Cosas es la base de uno de los pilares de la agricultura moderna: la integración y conexión entre los sistemas para crear un flujo constante de información e intercambio de datos.
Algunos ejemplos de integración y conectividad ya se usan en tareas tan dispares como la automatización de invernaderos, controlando las condiciones del entorno y avisando si surge algún problema o ejecutando actividades como el riego si son necesarias; monitorización del ganado, cuando éste se encarga de limpiar un campo de maleza; o gestión de cultivos, mediante monitorización de la climatología con sensores y la automatización de tareas como el riego o la fertirrigación gracias a sensores y sistemas inteligentes.
Si a la integración de sistemas físicos les añadimos la integración con diverso software de aplicación en la agricultura, el resultado es la obtención de todo el potencial de la tecnología para maximizar la eficiencia, el rendimiento y la rentabilidad.
La agricultura se encuentra en un punto de inflexión. Para superar con éxito la creciente demanda y los retos a los que se enfrenta, el sector debe apoyarse en el despliegue de una conectividad avanzada. Esto requiere de una inversión significativa en infraestructura y un reajuste respecto a cómo se realizaban las tareas hasta ahora. El éxito y la sostenibilidad de una de las industrias más antiguas del planeta depende de esta transformación tecnológica y aquellos que la adopten desde el principio estarán mejor colocados para prosperar en el futuro más inmediato.
