Baleada y con cientos de casquillos en el piso terminó la casa ubicada en la sindicatura de Jesús María en Culiacán, Sinaloa, en la que fue detenido Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, el pasado 5 de enero durante un operativo encabezado por el Ejército y de la Guardia Nacional, mismo que dejó un saldo de 29 muertos, 10 elementos de las Fuerzas Armadas y 19 presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa; además de 30 vehículos rafagueados y quemados en distintos tramos carreteros.
Hasta el 7 de enero elementos del Ejército mexicano permanecieron realizando inspecciones en el inmueble que está ubicado a unos 20 kilómetros de la capital de Sinaloa, se trata de una finca de alrededor de 150 metros cuadrados que cuenta con un amplio estacionamiento, donde se hallaron autos de lujo y otros vehículos deportivos y todoterreno, algunos con una calcomanía de un ratón, en alusión al alias de Guzmán López.
Además de casquillos percutidos y agujeros de balas de alto calibre que tapizaron la entrada de la residencia, en el inmueble se hallaron otros rastros del enfrentamiento y del cateo como muebles y vidrios rotos; cajones abiertos, rastros de sangre en algunas habitaciones; comida a medio terminar; e incluso granadas.
Los rastros del operativo para la recaptura del capo sinaloense, en el que las fuerzas armadas emplearon un helicóptero artillado, no solo se manifestaron el presunto domicilio de Guzmán López, sino también en distintas viviendas aledañas, donde también se registraron daños y se encontraron cartuchos percutidos.
