En el segundo trimestre de 2021, el 38.5% de la población mexicana no pudo adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral de su hogar, lo que implicó una reducción de 0.9 puntos porcentuales respecto al primer trimestre, reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Con esto, un millón 70 mil 84 mexicanos salieron de la pobreza laboral en el periodo de referencia, al pasar de 50.14 millones a 49.08 millones entre el primer y segundo trimestre del año.
Asimismo, el Coneval señaló que la pobreza laboral ligó tres trimestres consecutivos de reducción, desde el 44.3% en el tercer trimestre de 2021.
El organismo encargado de medir la pobreza y evaluar la política social del país comentó que entre los factores que explican la disminución del indicador se encuentra el incremento trimestral de 2.9% en el ingreso laboral real por persona, pues pasó de 1,827.39 a 1,879.53 pesos.
También aumentó la masa salarial, es decir la suma de los ingresos de todas las personas ocupadas en el país, ya que se incrementó 3.1% debido a que el número de trabajadores creció 4.9% durante el mismo periodo.
Pese al avance trimestral de la pobreza laboral, el 38.5% de la población en el segundo trimestre de 2021 es todavía superior al 35.6% observado en el primer trimestre de 2020, es decir, no logra llegar a los niveles prepandemia.
El Coneval también reportó que, en el segundo trimestre de 2021, la brecha de ingresos de género aumento.
Señaló que los hombres ocupados reportaron un ingreso laboral mensual de 4,755.36 pesos por persona y las mujeres 3,803.92 pesos.
Con esto, la brecha de los ingresos laborales entre hombres y mujeres fue de 951.45 pesos, la cual es 94.91 mayor que la del primer trimestre 2021 ($856.54).
En términos relativos en el segundo trimestre 2021 el ingreso de los hombres ocupados es aproximadamente 1.3 veces el de las mujeres, lo que indica una proporción mayor al del trimestre anterior (1.2 veces más)”, señaló el Coneval.
El organismo aclara que la pobreza laboral no es la medición oficial de la pobreza, pues sólo tiene en cuenta una sola dimensión de la medición, que es el ingreso, y a su interior, únicamente toma el ingreso laboral.
Con información de Excelsiór
