Las emociones se agolparon en el discurso final de Jaime Lozano tras obtener el Bronce y el portero, capitán y refuerzo de la Selección Mexicana, Guillermo Ochoa, rompió en llanto de la felicidad.
Con episodios obscuros en el Tricolor como aquel 7-0 ante Chile, su falla grosera ante Corea del Norte -que muchos dicen le costó la titularidad para Sudáfrica 2010- o el caso de clembuterol, Ochoa Magaña vivió uno de sus momentos más dulces con la camiseta nacional, a la que también le ha dado tardes memorables, especialmente en los Mundiales del 2014 y 2018.
Mientras Jimmy daba sus últimas palabras como entrenador de la Olímpica, las cámaras enfocaron a Memo Ochoa, quien visiblemente conmovido por obtener el Tercer Lugar de Tokio 2020 se quebró, miró al cielo y con los guantes secó las lágrimas que volvieron a brotar segundos más tarde.
“¿Otra vez te vas, papá?”; las palabras que rompieron a Ochoa
Poco después del emotivo momento con sus compañeros, el capitán de la Selección Olímpica compartió que este logro es para su familia, particularmente para su hijo, quien le “partió el corazón” al despedirse porque sabía que su papá se iba por muchos días de México.
“Quería llevarle una medalla, no quería regresar a mi casa en México con las manos vacías, quería que mi familia cargara la medalla porque fue mucho sacrificio, mucho esfuerzo, muchos días sin descanso. Antes de venir para acá me despedí de mis hijos y mi hijo me dijo: ‘Papá, otra vez’, y te rompe el corazón“, contó a Marca Claro.
“Hay cosas que la gente y la prensa no ve. No saben de las malas comidas que tuvimos, los viajes, los problemas que hay en casa. Se nos juzga mucho, no hemos parado, estar en la élite no es sencillo, se nos exige física y sobre todo mentalmente. Nos propusimos ser los últimos en irnos, lo conseguimos y es una medalla que es para mi familia, siempre trato de dar lo mejor para mi país cada que juego”.
Redacción Medio Tiempo
