Ya se cuentan por decenas las asociaciones de vecinos de este municipio mexiquense que han alzado la voz
Rugen las turbinas que rompen el nublado de Huixquilucan, en el Estado de México, y se perciben 85 decibeles a nivel de piso. Pedro Solís, vecino de la colonia residencial La Herradura, no durmió seguido, pues ese tránsito aéreo le es nuevo.
“Creo que sí ha de haber casos que la gente amanezca de nervios”, lamenta Solís.
Ya se cuentan por decenas las asociaciones de vecinos de este municipio mexiquense que han alzado la voz, temen que el ruido les afecte la salud. Apenas el 25 de marzo esa ruta los enfila al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
El alcalde del municipio, Enrique Vargas, los escuchó y sostuvo reunión con el subsecretario de transportes Carlos Alfonso Morán Moguel, en la que acordaron estudiar el Plan Rector para la Modernización y Restructura del Espacio Aéreo, que cursa su primera etapa.
“Ahorita puedes escuchar un avión, van a poner en diferentes puntos del municipio para medir el ruido y ya entrar a una mesa de trabajo para ver cómo podemos cambiar esta ruta”, nos comenta en su oficina en colonia Centro.
“Ahorita estás escuchando, imagínate este ruido a las tres de la mañana (…) realmente la sociedad está muy enojada”.
Esta semana los sonómetros monitorearán 48 horas seguidas para mostrar esos datos en la mesa entre representantes del Servicio de Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, gobierno municipal y comisiones vecinales.
Silvia Campirano es gerente de la Asociación de colonos de La Herradura: “En estas dos semanas que comenzó la nueva ruta aérea hemos recibido una cantidad de llamadas, de quejas, de correos de la molestia de la gente por el ruido no, la afectación que está teniendo a la salud por no poder dormir correctamente”.
Con información de Milenio