Richard Bernstein es un hombre que casi ve el final de su vida por un dolor que empezó en su dedo gordo del pie, en 2017. Aunque muchos pensarían que su situación fue producto de falta de chequeos médicos, lo cierto es que es todo lo contrario y el diagnóstico; decía que sólo le quedaban pocos días de vida.
Al sentir un intenso dolor en su pie, el hombre acudió a un podólogo –profesional que trata los problemas de los pies-, quien no le encontró ningún malestar y le dijo que tan solo debía guardar reposo.
Pero el malestar empeoró y, dos años después, escaló a su tobillo; por lo que él decidió acudir a un nuevo doctor para una segunda opinión. El profesional le dijo que padecía de estenosis, un estrechamiento de los espacios dentro de la columna que a veces se trata con fisioterapia.
Para 2022, el hombre, de 62 años, cuenta que su pierna se hinchó, por lo que decidió ir a urgencias. Luego de ser visto por un médico general, Richard fue remitido al doctor Michael Grasso, Director de Urología del Hospital Phelps.
Un diagnóstico de inicio dolor de pie desafortunado
Tras someterse a una exploración abdominal, la sentencia de muerte apareció en la puerta. Richard tenía un gran tumor canceroso en el riñón y un trombo tumoral que había crecido a través de la vena renal y tapaba la vena cava, que es la vena principal que drena al corazón.
“Me dijo que me quedaban cuatro días de vida”, relató.
Una cirugía compleja de 12 horas, un tumor de 1,3 kilos extirpado y un bypass coronario revirtieron el fatal destino de Bernstein y le concedieron una nueva oportunidad de vida.